lunes, diciembre 25, 2006

Pisco Sour


Ese sábado de 199… tenía carrete en mi sede en donde estudiaba. Invierno desde Chanavia a Provi. Acompañado estaba por el gran Rata. Hacía rato que teníamos intención de ir a disfrutar de mis amistades del IPES Blas Cañas. Sobre todo por el Rata, que ya no era un desconocido donde estudiaba. Ya llevaba algunos años frecuentando mis aulas, me iba a visitar seguido; resulta que para financiar los estudios, montamos con otros compañeros un casino universitario, “Posada de Cronopios”, pomposo nombre elegimos en una creación colectiva trasnochada. Estudiaba y trabajaba. Cómodo pero muy esforzado., aunque la experiencia fue del todo incomparable, una por la independencia económica, como por las personas que llegue a conocer y querer, algunas que todavía frecuento.
La idea con el Rata era entrar a la fiesta organizada por Ed. Parvularia. Como era conocido, en una de esas pasábamos piola con la entrada, cosa que ocurrió. Entramos sin problemas, no sin antes recomendar al Rata en tres cosas:

- No provocar riñas de curado.
- No causar destrozos en caso de una riña inevitable.
- No engrupirse a las come hombres de Ped. en Castellano, o “Las minas de los Labios Rojos”.

Poca plata en los bolsillos, como siempre. Rajamos pa’l casino, total, tenía las llaves. Entramos de una, directo a la cocina. El día viernes antes, había dejado una botella de pisco helando, ya que en la entrada a la fiesta, registran pesado y los guardias eran giles de Historia y Ed. Física, que sentían una natural ánima adversión a nuestra presencia, imposible entrar con bebidas.
La juguera lista, hielo, azúcar granulada, una clara de huevo y limón Traverso (el usado para aliñar las ensaladas en horario de almuerzo). Finalmente, acción a la juguera, que en un dos por tres preparó el mejor pisco sour (dado la naturaleza del momento, era lo mejor, justo hubiera sido con limones naturales, mínimo, aclaro). Echamos el brebaje a una botella desechable de plástico (ahí la terminamos de cagar) y salimos a la “pista de baile”, que para sus efectos, era el patio central, que estaba flanqueado por viejas salas, un quiosco rojo de Coca-Cola y unos deptos habitacionales, al fondo como vecinos, quienes al menor aumento de volumen de la fiesta, llamaban pacos al toque.
Bajamos a la pista con el Rata y el pisco. Ya varias probadas dadas al sour, que estaba de lleno hace un rato, quedaba la mitad. Bailamos con algunas compañeras, rock latino y otros ritmos universitarios. Déle al pisco. Causó el efecto esperado. Borrachos.
No hubo peleas.
El Rata quedó después de una “ida a una sala piola” con los labios enrojecidos de labial violentamente agresivo.
Debo decir que el único destrozo fue la trizadura de la botella de la juguera, quien en la segunda preparación no aguantó el exceso de hielo que le puse.

Al lunes siguiente, me entero que unos malacates entraron a la sede por el casino, rompieron las puertas de acceso al instituto, metieron bulla, pero cuando sintieron los gritos de advertencia de los guardias, saltaron los muros hacia Italia, virando en un dos por tres. En el parte policial se dejó constancia de que "los presuntos delincuentes ingresaron a la sede, subiendo al techo, rompiendo las planchas de zinc y el cielo, haciendo uso de las dependencias del casino, ingiriendo alimentos y preparación de bebidas de alcohólicas" que consumieron en su interior.
Pero el Rata nunca más se volvió a matricular con “El Club de los Labios Rojos” desde ese carrete. Pero si, incursionó con un par de compañeras parvularias. Y yo también.
Aunque todavía no recuerdo si me dio la obsesión de cocinar. Conociéndome, seguro que si.
Pasé piola.

viernes, diciembre 01, 2006

Los Infiltrados

Que salgo a dar una vuelta y me topo con un dvd en una arrendadora de videos legales, total que la película era pirata, finalmente la película en cuestión es "Los Infiltrados" (2006) de Martin Scorsese.
Más por Jack Nicholson, que por Di Caprio, que me la llevo pa'cacharla.
Resulta una película notable a mi parecer, con un Nicholson sorprendente, desarrolla a un jefe de la mafia de Boston, cínico y divertido, perverso y comprensivo. Juega a dos bandas, sobrevivir o morir. Di Caprio en roles de infiltrado en la mafia de "Franck", seguramente entre Scorsese y Jack que le dieron más de una lección a este niño Leo, que actúa mejor que en "El Aviador" (2005) del mismo director. Entre balazos e inestabilidades, el film sorprende por los quiebres del guión, te lanza cual montaña rusa; completa la trilogía otro detective que resulta ser informante del mafioso. Buen desarrollo de la trama, pero el noble Jack muestra sus dotes de locura, tal como se le vio alguna vez en "El Resplandor" (1980) de Kubrick. Uno lo entiende y empatiza. Al igual que el rol del policía que finge ser un delincuente (en la mafia informando a la policía para atrapar al delincuente, Di Caprio) o el delincuente que finge ser policía (busca descubrir al infiltrado en la mafia de su jefe mafioso, Damon). En uno de los diálogos, se habla de la diferencia entre “ser policía” o “parecer policía”,

Para destacar de algo de Scorsese:
· “Taxi Driver” (1976) donde De Niro personifica a un psicópata con ganas de matar a un candidato político, Jodie Foster irrumpe como una prostituta adolescente, deslumbrando por la crudeza de su rol.
· “Toro salvaje” (1980), abordando una temática de boxeo, de nuevo con De Niro en el rol de Jake La Motta, desde este film, el actor es conocido como “El Camaleón”, pues el papel contemplaba un La Motta joven, con un cuerpo atlético y pugilístico, luego, para retratar al boxeador retirado, De Niro tuvo que subir más de 50 kilos, sosteniendo un régimen alimenticio saturado de carbohidratos.
· “La Última Tentación de Cristo” (1988) con William Dafoe en roles de Jesús, película que causó escándalo en la iglesia católica al mostrar una adaptación de la novela de Nikos Kazantzakis al mostrar a Jesús en la cruz y sufriendo, con la posibilidad de evitar “este cáliz de sangre”, usando sus dones de Hijo de Dios, para trasladarse a un tiempo paralelo, muriendo de viejo, casado con María Magdalena y con hijos, con un discípulo que lo cuestiona "al haber abandonado la obra de su padre".
· "Goodfellas" (o Buenos Muchachos 1990), De Niro con Joe Pesci personifican a la mafia dura, catalogada como una de las mejores películas de gangster.
· “Casino” (1995) con De Niro encabezando el reparto, otra vez con Pesci, abordando el mundo de las grandes apuestas de Las Vegas, resurge cual ave fénix una Sharon Stone, como una temible femme fatale, pero ahora entrada a una edad madura y a la vez peligrosa.
· “Pandillas de Nueva York” con Di Caprio en la mafía de principio del siglo XX, fundando lo que sería la gran ciudad, estupenda fotografía y trabajo de locaciones. Daniel Day Lewis sorprende con el papel de jefe mafioso de un temible ojo de vidrio, experto carnicero, practica como matar rápidamente a un posible enemigo, destazando cerdos.

De seguro que le haré una copia a “Los Infiltrados”. Prefiero eso que mamarme la Teletón. Eso si, buscaré algo más de Scorsese o de Jack...

Lágrimas colgando

A Juan NN lo conocí viejo. Atendía el negocio de su familia, heredado de una pequeña fortuna de su esposa, Licha NN. Tuvieron un solo hijo, que por abultadas orejas, era conocido como Dumbo, Churejón, Demian de la Profesía, y un largo etc.
Daniel, el Churejón, por ser hijo único, era mimado y consentido en todo. El hecho de que sus padres tenían un negocito de barrio, más las situación de Juan NN que trabajaba en el Estadio Palestino como mesero, lo hacían poseer diversos objetos, que eran entregados sagradamente a su pequeño Dumbito, quien se quebraba y egoístamente sacaba a la calle, pero para mirarlos.
Juan NN debía teñir su canoso pelo, de otra forma no podría atender a los machistas palestinos, todos ellos puestos de una abundante cabellera azuladanegruzcabrillantedegel.
De regalos infantiles, pasó Juan NN a regalar sofisicados artilugios electrónicos, como equipos de audio hasta una pulenta camioneta. En ella Juan NN salió a dárselas de chofer experimentado, chocando de frente con un auto. La camioneta quedó pa'la goma, cuando la trajeron a su casa en una grúa, por los efectos causados al chasis, debía haber ocurrido a gran velocidad. De tal colición, Juan NN quedó peligrosamente mal. Quebró multiples veces los huesos de sus avejentadas piernas. Pasó largo tiempo en el hospital, licencia tras licencia, perdió la pega. Desde aquel incidente, Juan NN de a poco empezó a llenar de canas su otrora negra cabeza. Su caminar era dirigido por un bastón. Una vez que lo dejó, siguió regueando sus piernas. Atendía el almacén a duras penas. Se notaba viejo y cansado, como arrancando de las fauces de la muerte, tiempo prestado.
Dejé de saber de él por largos años. No por cambiarme de casa, sino porque dejé de ir a su local, por la disputa de unos envases de bebida, que según él, no se los había devuelto. Me pintó el mono y lo mandé a la chucha.
Hoy día venía llegando de la pega. En su casaesquina, vereda tomada, dos carabineros custodiaban la entreda. Pensé un asalto, o algo así. Al rato estacionan al frente de su casa dos camionetas de la Brigada de Homicidios. Con digitales cámaras reflex, fotografiaron milimétricamente, desde la entrada hasta el fondo del patio.
Partí a buscar información. El otro almacenero , Don Gerardo NN, me cuenta todo:
Juan estaba en depresión por sentirse solo, Dumbito había partido de la casa con su familia, su esposa Licha, pasaba cuidando a su mamá. Juan NN esperó toda la noche. Colgó una cuerda a una viga fuerte de su bodega, hizo un nudo alrededor de su cuello, dejándose caer al vacío. A las 07:30 dataron su muerte, según Don Gerardo NN. No aguantó la soledad y quizás que penas más.
En las caras de sus familiares había sorpresa. Quizás si a esa altura del día, Juan NN estaba descolgado. Espero que si. Don Gerardo cerró la información con sus sabias palabras evangélicas: "Fue su decisión..."
Nunca me esperé algo así de él. Nunca. Juan NN Q.E.P.D.