domingo, junio 25, 2006

De Crónicas...

Edmond quiere ser rey,
pero no es el mayor,
le faltan fuerzas y corazón.
Edmond el traidor,
que se entrega por satisfacerse,
que puede vender su alma al diablo
y porque no a su hermano mayor.
Edmond el despreciado,
Caín caído mil veces,
mil veces vuelto a redimirse,
mil veces dispuesto a perderse.
Vader, Drácula, Magneto,
rostros distintos y el mismo fin.
Edmond, Judas adorable,
mis pequeñeces te alaban,
mi parte más oscura te canta,
lo más despreciable te honra,
oh gran Edmond,
El Rey Justo.

martes, junio 13, 2006

Gotan Project

Este tango es para vos...
Argentina, Buenos Aires...
Hay milonga de amor...
El puerto de Santa María del Buen Aire...

Deja tomar tu cadera,
siente mi mano masculina, amachada, galana,
desliza tus frágil mano de hembra
a mi varonil hombro,
pero no tan suave,
tal vez como pisada de gata en celo,
juntemos pelvis, rodillas, mejillas, sudor y ganas.
Desliza tu pierna entre la mía,
busco tu entrepierna,
con torpeza febril,
déjate llevar, pero que no sea por falta de interés...

Esperando, esperando
Esperándote, esperándote,
mi soledad...

Cada paso,
cada círculo dibujado con las piernas,
se alejan,
se juntan,
se buscan,
se vuelven a separar,
como "el viejo juego";
antes, uno y otra,
ahora, en uno solamente.
Rétirate con fiereza,
despréciame,
ya sabré que después vendrás.
Orgullo por tus torneadas piernas,
juega a que se verá tu liga con las acanaladas medias,
con taco punzante negro acharolado,
largas piernas, largos sueños, largo es el éxtasis,
sólo al ver que estaré entre medio.

Señoras, señores:
Mi corazón, mi corazón,
me lleva
hacia el hondo bajofondo,
bajofondo,
BAJOBONDO.
No me digas que tenés razón.

Llegaré luego, a buscarte, a perseguirte,
que te sientas bella, eres bella y seductora,
hembra absoluta, plena de sexo engatusante.
Déjame rozar tus nalgas duras, como no queriendo,
buscando el movimiento, la proximidad,
el roce seductor.
Ven lento,
muy lento, paso a paso, atigrada, aleonada, aperrada,
te agarraré por la espalda,
de golpe a mí, sorprendida, llegarás súbitamente,
fingirás que no te gusta sentirte atrapada,
que soy muy poco para ti,
pero ni tan fría, todo lo que cuesta se disfruta más,
así debe ser.
Sigamos la música,
cada vuelta es una excusa a la lujuria,
cada alejamiento marcada por la unión de nuestras manos,
ven a mí, ándate, pero llega luego,
que vendrá el climax.
Después, iremos a llenarnos de pasión,
ahora hay que terminar,
juntos, aquí la vida renacerá,
como nunca debió perderse, ni menos dejar de existir.

Se desapareció,
de día aparecerá
creyeron que murió,
pero renacerá.
Llovió, paró y llovió
y un chico adivinó

oímos una voz
y desde un tango,
rumor de pañuelo blanco.

domingo, junio 11, 2006

Mantis

Rompe mi pecho con tu mano,
desgarra piel, grasa, tendones, músculos,
busca al fondo a la izquierda,
destroza todo afluente de vida
y espera que me desangre.
En ese instante,
en que mis verdes ojos
observen tu triunfo,
el tiempo se detendrá,
respiraré por última vez,
“si he de morir, quiero que sea contigo”
ya no podré decir ni siquiera lo lamento,
y muriendo en tus brazos,
sabré que cada mascada de mi desmembrado cuerpo,
permite tu vida, y la vida de centenares de ovas más.
Sólo espero que te haya sabido bien.

viernes, junio 09, 2006

Por 7

Viajar en bus a Colina todas las mañanas no es un viaje menor. Sobre todo si se sale a pelar la cara de frío a las 6:15 am en invierno, cuando está oscura la vida, además de muy gélida. Así por 4 años. Después se podía salir más tarde, ya que colocaron una línea de colectivos, que ahorraba 30 minutos de viaje o más, dependiendo del chofer.
En las madrugadas de cada invierno, Cerro Navia golpea duro. Mucho frío, atacando guantes, parcas, pantalones de franela, bufandas y un cuanto hay por el ropero. Por razones de mi trabajo, podía ír de buzo, que para los efectos, debía ser térmico, doble forro. La parca debía ser elegida con paciencia. Si el modelo pegaba y estaba barata, había que puro encalillarse en Ripley, Falabella, Hites, Michaelly, etc. Además de sus botines deportivos, que permiten afirmar la pata, si te tienes que ir en la pisadera de la micro, o no patinar en el barro, y por cierto, evitar torceduras, que corregía con una media caña anatómica. Mucha ropa, mucho frío.
Del frío en Cerro Navia se puede decir mucho. Que muestra la miseria, que hay mucha pobreza en la comuna, eso se nota por la ropa del obrero, que a esa hora, debe pegarse grossos piques a la Dehesa, Vitacura, barrios finos, maestros de contru'. Generalmente visten de jeans, bototos gruesos de punta de fierro, nunca usan guantes, sus callosas manos enfrentan el fierro de la micro care'palo, es como una doble piel reforzada. Se nota que no usan ninguna cremita. Muchos van a medio afeitar, pero si bañados. Algunos llevan sus herramientas en maletas de maderas, o cubren con diario "La Cuarta" sus partillos o serruchos. Todos llevan sus viandas en ollitas metálicas, con tapa hermética, siempre les suena el cubierto. Los jóvenes usan personal, como que se apartan de los viejos, aunque van todos al mismo lugar, toca que son cuadrillas, que uno de ellos hace de contacto y busca a sus vecinos o familiares. Los muchachos se ven alegres, como que es una pega de pocos días. Los viejos tienen curtidos sus ojos y canosos sus cabellos, a lo "Viejo y el Mar". Generalmente duermen, saben que deben ahorrar la más mínima partícula de energía. Eso si agarran asiento, hunden su cabeza entre sus hombros y z, cagaron, no los mueve nadie, de paradero a paradero. Muchos curtida tienen el habla, no cruzan ninguna opinión o conversación. Otros menos hablan de fútbol, del Colo casi siempre, o de la selección en las eliminatorias. Los viejos saben que esa es su pega, que es lo único que saben hacer, que no hay más que especular y punto. Así es la vida, dicen, no lo quieren para sus hijos, pero allí va con ellos. Los viejos están cansados, duros, pelan el ajo. Todos los despiertos despavilan si sube una mujer rica, no importa la edad, si es de buena figura, de esa que la coquetea a la Yayita, es cubierta de piropos elegantes y rascas, pero todos pa'cagarse de la risa, lejos el más grosero es cuando el gil hace como que aspira fuertemente un pito, entrecerrando los ojos libidinosamente, llegando hasta expresar dolor las muelas. Si sube un payaso, caga, le cagan los chisten, si el payaso es avispado, onda de la calle, responde talla a talla, provocando más risa, siempre se cruza y con tu hermana, tu señora, que eres hueco, en fin, toda jerga usada en el barrio fino de Pudahuel, Cerro Navia, Quinta Normal, Stgo. Centro y Mapocho pa'rriba.
Yo me bajaba en Mapocho. En esta zona cambia el clima, el río afecta con mucha humedad, hay que andar con gorro y tapar la boca y la nariz, además pega la contaminación.

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Los maestros de la contru' seguro siguen en el mismo ambiente una vez que me bajaba, seguramente tirando tallas y hueviando a los cuicos a más no poder, pero siempre conservando un respeto. Los cabros debían quedar locos con las minitas del barrio altgo, allá son todas rubiecitas, como finas, elegantes e inalcansables. Después estos cabros sabrán que es mejor dormir, hasta que el socio le pegue en el brazo pa'bajarse y ponerse con el trabajo pa'llevar plata pa'la casa, lo mismo que yo, pero pagado un poco mejor, que me daba otra perspectiva, pero ni tan lejana, pues iba en el mismo transporte. Y eso por siete largos años.