domingo, octubre 28, 2007

Los Vimos Volver


Desde el recital de Cerati en el Arena que estaba planificado, en octubre era la cita. Rumores más, rumores menos, excepticismo por lo que se decía, Soda Stereo se juntaría. De a poco, los pasos se fueron dando, hasta tener la entrada de platea no numerada en el Nacional.
Los comentarios después: "voy al recital..., tengo la entrada", en algunos sorprendía, en otros envidia dura y pura, en mí, las ganas de que llegara la fecha. Días eternos, pasaron los meses, hasta el 24 de octubre.
Pedí permiso pa'irme a las 17 horas. De mi pega a buscar a Lily y otros contertulios, al centro, San Antonio con Agustinas, la Alameda, Bustamante, Grecia, buscando estacionamiento, platea entrada número 5.
Eran las 18 pasados algunos minutos, puestos guardados por familiares de mis acompañantes, paciencia y mucha, hasta las 21 esperar. Fotitos de tomas, la gente llegando y llenando los espacios. Un par de llamados de fono, que se caían no sé por qué cresta. Aldo al habla, con Patty, que me había cachado con sus poderosos lentes largavista, felices de escucharlos, "bienvenidos al rito", algo más en común para conversar, compadres.
Minutos que sancionaban lo que venía, pasadas las 21 (no sin antes ver unos videos de "humor" argentino), aparecen los artistas, los tres más otros músicos pa'blindarse auditivamente. Pantallas gigantes electrónicas, luces, todo perfecto. Y la nostalgia que se sentía, se palpaba, cantando a todo pulmón, recuerdos de Pérez, caminatas, el colegio, los amigos del barrio, las fiestas de casa donde nos comíamos hasta lo que había en las ollas, las primeras escaramuzas sentimentales. Más de unos cuantos recuerdos se agolparon con cada entonación coral o instrumental, más de alguna lágrima íntima espiritual y física cayó. Yo, nosotros, los de antes, cuánto habíamos cambiado. De aquellos tiempos, dos de las personas más importantes de mi vida, seguían allí, a mi lado, compartiendo, entonando, recordando, y otra amiga, de ahora, que sabe lo que he vivido, juntos saboreando un momento genial. Canté hasta decir basta, pocas veces me senté, mas no por agotamiento, sino por escuchar con paciencia a estos ciudadanos venidos de allende los Andes.
De que fue bueno, no cabe duda, salvo algunas pifias del audio, todo espectacular, sólidos los Soda, crecidos monumentalmente, en sus espacios lograron un rock de antología. A las 12 más menos, terminó, me despedí de la luna que acompañó también, media vuelta, y a los estacionamientos. Qué importa el trasnoche, qué importa esperar, pues todos quieren salir rapidito, qué importa llegar a cerca a la una de la madrugada y no pegar un ojo hasta las 2, qué importa despertar a las 6 e ir al trabajo. Todo es superficial, después de lo que presencié. Los vimos volver, otra vez debo decir, gracias por venir.

lunes, octubre 08, 2007

Madona en A&E


Gran tema, aunque ni idea del nombre del tema, pero la edición después del concierto realza bastante. Me pareció muy buena la unión con Tony Manero, entrando en gloria y majestad a la disco, versión femenina. Y lo de los patinadores, vi hace poco una película ambientada en los '70, donde jóvenes bailaban en la disco en patines, rara cinta, pero muy divertida.
En suma, Madona la lleva, nada queda en el aire, siempre basado en un estudio.