viernes, diciembre 01, 2006

Lágrimas colgando

A Juan NN lo conocí viejo. Atendía el negocio de su familia, heredado de una pequeña fortuna de su esposa, Licha NN. Tuvieron un solo hijo, que por abultadas orejas, era conocido como Dumbo, Churejón, Demian de la Profesía, y un largo etc.
Daniel, el Churejón, por ser hijo único, era mimado y consentido en todo. El hecho de que sus padres tenían un negocito de barrio, más las situación de Juan NN que trabajaba en el Estadio Palestino como mesero, lo hacían poseer diversos objetos, que eran entregados sagradamente a su pequeño Dumbito, quien se quebraba y egoístamente sacaba a la calle, pero para mirarlos.
Juan NN debía teñir su canoso pelo, de otra forma no podría atender a los machistas palestinos, todos ellos puestos de una abundante cabellera azuladanegruzcabrillantedegel.
De regalos infantiles, pasó Juan NN a regalar sofisicados artilugios electrónicos, como equipos de audio hasta una pulenta camioneta. En ella Juan NN salió a dárselas de chofer experimentado, chocando de frente con un auto. La camioneta quedó pa'la goma, cuando la trajeron a su casa en una grúa, por los efectos causados al chasis, debía haber ocurrido a gran velocidad. De tal colición, Juan NN quedó peligrosamente mal. Quebró multiples veces los huesos de sus avejentadas piernas. Pasó largo tiempo en el hospital, licencia tras licencia, perdió la pega. Desde aquel incidente, Juan NN de a poco empezó a llenar de canas su otrora negra cabeza. Su caminar era dirigido por un bastón. Una vez que lo dejó, siguió regueando sus piernas. Atendía el almacén a duras penas. Se notaba viejo y cansado, como arrancando de las fauces de la muerte, tiempo prestado.
Dejé de saber de él por largos años. No por cambiarme de casa, sino porque dejé de ir a su local, por la disputa de unos envases de bebida, que según él, no se los había devuelto. Me pintó el mono y lo mandé a la chucha.
Hoy día venía llegando de la pega. En su casaesquina, vereda tomada, dos carabineros custodiaban la entreda. Pensé un asalto, o algo así. Al rato estacionan al frente de su casa dos camionetas de la Brigada de Homicidios. Con digitales cámaras reflex, fotografiaron milimétricamente, desde la entrada hasta el fondo del patio.
Partí a buscar información. El otro almacenero , Don Gerardo NN, me cuenta todo:
Juan estaba en depresión por sentirse solo, Dumbito había partido de la casa con su familia, su esposa Licha, pasaba cuidando a su mamá. Juan NN esperó toda la noche. Colgó una cuerda a una viga fuerte de su bodega, hizo un nudo alrededor de su cuello, dejándose caer al vacío. A las 07:30 dataron su muerte, según Don Gerardo NN. No aguantó la soledad y quizás que penas más.
En las caras de sus familiares había sorpresa. Quizás si a esa altura del día, Juan NN estaba descolgado. Espero que si. Don Gerardo cerró la información con sus sabias palabras evangélicas: "Fue su decisión..."
Nunca me esperé algo así de él. Nunca. Juan NN Q.E.P.D.

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