jueves, noviembre 30, 2006

Sony Ericsson K510a

sábado, noviembre 18, 2006

La noche boca arriba

Hace rato que siento un dolor
al costado izquierdo de mi torax.
Duele agudo, intenso,
poderoso él,
carcome cualquier tipo de movimiento.
Al principio me dio que era el corazón.
Se me dormía hasta el brazo.
Estudié la posibilidad
de leerlo electrónicamente.
Morir irremediablemente,
sentí que daba el último suspiro.
Pero el alprazolam, causó
la sanidad inmediata.
Claro que acompañado de un timonazo
a mi vida, gracias a la ayuda entregada.
Aquel dolor desapareció dulcemente.

Hace poco volvió.
Pero solamente dolor.
Que aumentó brúscamente,
por el hecho de recibir
un cuerpo callendo sobre mí.
Sentí ganas de expulsar aire y comida a la vez,
miles de astillitas afiladas infinitamente penetrantes
en el músculo y más.
Tuve que parar. Pálido, experimenté
esta nueva sensación.
Y tratando de aguantar.
Bendito dolor.
Ahora me limpia.
Pero ni siquiera pude en tres días
levantarme de la cama sin dolor,
despacito, mordiendo la lágrima estomacal
y las ganas de vomitar.
Pero me falta el timonazo y las pastillitas.
Y un poquito de Dolorub, pa'l tata.
Desgarro intercostal, me diagnósticaron.
Pero estoy seguro que se desgarró algo más.

miércoles, noviembre 01, 2006

Halloween (pronunciese [alogüín]" aunque la enciclopedia WIKIPEDIA plantea [hælə'win], [hælo'win] )



"Deme ese calabacín y ese tb. ¿Tiene bolsas de dulces pa'ponerle?"
"Tengo sueltos, solamente"
"Entonces, llenemos con esos dulces, esas galletas,..."
Portando ambos menesteres, parto a la primera casa para la reinvidación del alogüín, pero desde Chanavia.
En cada esquina duendes, gnomos, brujas, hadas, novias góticas, niñitas de primera comunión góticas, vampiros, Jason, toda la fauna propicia para tal circunstancia. No habría causado mayor sorpresa si el univero de Tolkien con dragones y orcos, reyes y magos grises y blancos, o el de Narnia con faunos y animales parlantes, brujas de invierno y un mítico rey león, nada causaría extrañeza verlos por los pasajes Colbun, Linares, Rene Oliva o Padua, gritando ante cada casa "dulce o travesura".
.....
Llego a casa de LS y su hija MM. MM estaba con la lengua azul. Recibe la calabacita extasiada. No era de tanta calidad cada golosina. Pero indudablemente, el envase daba el toque. LS tenía en la mesa montones de dulces en una fuente, para los increíbles personajes que golpearían la puerta de su casa. Un grupete de aquellos, gritó desde afuera con la contraseña. Salgo a mirar. Varios querubines, con disfraces todos. Hasta un cachorro de león, en brazos de su madre humana, pedía dulces, claro que era la madre la que pedía en nombre de su retoño, pues el cachorro hacía rato había entrado en un profundo sueño.
.....
Me fui a mi siguiente rumbo, ahora a Colina.
Mi lengua estaba azul.
Desde Chanavia a la Provincia de Chacabuco, vía A. Vespucio, monstruos de todos tamaños y estilos, cada uno con sendas bolsas de dulces, ejecutaban su misión. Y ya era tarde, claro que los adultos guarpaespalda, cumplían también su rol, pues sus retoños podían causar cualquier catástrofe, de no mediar el dulce para visar la casa, desde huevos hasta dejar sin sangre desde el gato hasta el tata (escuché pronunciar a un pequeño Drácula en un almacen de J.J. Pérez, en tono abiertamente amenasador).
Alogüín en P. Soto. Allí estaba el lugar pertinente para dejar el segundo encargo dulzón. Debía estar P y su hija B. Me cagaron la sorpresa. Andaban haciendo diabluras en Esmeralda.
Al rato llegaron. B portaba un cubito de playa, lleno de caramelos. Gorro de bruja, incluida la varita mágica, ropaje de bruja, pero acompañado de un chalequín, ya que la noche arreciaba al frío. Notable ropa. AC, como dueño de casa, entrega el artilugio, y aunque B estaba repleta de regalillos, bastó ver la calabaza, para prestarle toda su atención, claro que no pudo abrir la tapita. AC en un rol perfecto de paternidad, le logra resolver la cuestión. Tamaños ojos puso B, atacó inmediatamenteel dulce que dejaba la lengua y dientes azules, no por lo bueno (bastante malo el producto), sino por el efecto logrado.
.....
Alogüín en misión. Exorcisando demonios. Para los pequeños, perder el miedo a los disfraces que portaban, adentrarse a la noche y su magia, de la mano, algunos, de sus padres. Los más grandes, desafiando la edad del pavo y aceptando jugar socialmente. No me importa que se diga que es impuesta o yanqui. También exorcisé mis propios miedos, al involucrarme en esta noche de espanto controlado. Me faltó la máscara. Aunque, al igual que el Wasón o El Pingüíno, no tengo la debilidad de Batman de usar máscaras para inspirar miedo. Lo mío requiere los elásticos, causo miedo. Pero esta noche, en vez de triste, mítico, en vez de amenazante, regalé dulcecillos y cerrándome, sobre todo, a la preocupación. Gran Alogüín. Y a LS, ML, MM, AC, P, B, N, T y los duendecillos, muchas gracias.