domingo, agosto 06, 2006

Invierno en la trinchera

























Al otro lado de la trinchera,
el enemigo no te da tregua
te acecha, te busca, te respira
pero no se deja ver.
Distante, sabes tus debilidades,
te ha observado durante tanto tiempo
que conoce la rutina de tus afectos.

Al otro lado de la trinchera,
el enemigo no duerme,
el ojo herido permanece abierto,
calculando la distancia científicamente,
ganando experiencia y frialdad.
(Igual que yo).

En mi lado de la trinchera,
los días están contados
marcando cruces en la culata
de mi viejo y obsoleto fusil.
Hace rato perdimos el manual
para desmontar su mecanismo.
Lo quemamos para calentarnos los dedos.

En mi lado de la trinchera,
sabemos que ya perdimos,
carecemos de ganas de luchar,
y tal vez ni de vivir.
Quizás levantemos los cascos
para ofrecer un blanco fácil,
y cagarles el plan
a los del otro lado de la trinchera.

1 Comentarios:

Blogger Gabriela dijo...

Esto me recordó a un comentario que hizo una de mis compañeras cuando vio la cantidad de guías que había mandado el profesor de medicina, fue algo asi como "voy a congelar este ramo" porque su inseguridad y poca confianza la están llevando a tomar esa decisión, pero con eso una vez más me hizo sentir que era responsable de darle ánimo para salir adelante, por lo menos se que ella va a dar la pelea y no se va a rendir.

6:24 a. m.  

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